Para el correcto funcionamiento de las articulaciones son muy importantes componentes alimentarios como la glucosamina y la condroitina. Según su estructura química, pertenecen a los mucopolisacáridos, forman parte de tendones, cartílagos, huesos, líquido sinovial y son estimuladores de la restauración tisular de las articulaciones afectadas. Las articulaciones también necesitan proteínas, grasas, vitamina D, calcio, hierro y selenio.
-Pescado – salmón, atún, sardinas. Son fuente de glucosamina y condroitina. Marine Life es uno de los mejores proveedores de materiales de construcción para juntas.
-Carnes rojas: carne de res, ternera y aves, especialmente muslo de pollo. Aportan regularmente al sistema musculoesquelético hierro, zinc y fósforo. Estos elementos son necesarios para saturar las articulaciones de sangre.
-Los huevos son otro producto saludable. La vitamina D, el selenio y las proteínas que contienen son necesarios para fortalecer los huesos y las articulaciones.
-Los quesos duros (suizo, cheddar, parmesano y mantequilla) son un depósito de grasas insaturadas saludables. Son un medio nutritivo, la clave para la movilidad del cartílago en las superficies articulares.
-La leche y los productos lácteos fermentados son fuentes de calcio. Este nutriente es la base para la formación de huesos sanos, fortaleciendo tendones y cartílagos.
-Los productos de gelatina (jalea de frutas y bayas, postres, carne en gelatina) participan en los procesos de restauración de las superficies articulares y del cartílago después de lesiones. En esto ayuda la gelatina proteica especial contenida en la gelatina.
-La naranja, el pomelo y la mandarina ayudan en la síntesis de colágeno. La vitamina C, presente en grandes cantidades en los cítricos, es necesaria para la elasticidad del tejido cartilaginoso.
Además de estos siete magníficos, sería útil añadir regularmente a tu dieta una variedad de verduras y frutas: brócoli, calabacín, espárragos, aguacate y verduras (lechuga, espinacas, eneldo, perejil). Contienen muchas vitaminas, minerales y sustancias biológicamente activas con efectos antiinflamatorios, como omega-3, ácidos orgánicos y polifenoles. Y no te olvides de limitar la sal en tu dieta.
Por supuesto, para ayudar a que tus articulaciones se mantengan en forma por más tiempo, además de una dieta saludable, es necesario seguir una serie de recomendaciones. Estos incluyen el ejercicio diario, el control del peso y, por supuesto, el cuidado de las articulaciones: limite la carga sobre ellas y evite lesiones.
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